El Instituto de Movilidad de Pereira: ¿Generador de infracciones o protector de la seguridad vial?

El Instituto de Movilidad de Pereira: ¿Generador de infracciones o protector de la seguridad vial?

 

Por: Miguel Ernesto Díaz Leiva

medil1@hotmail.com

 

En las últimas semanas, se han realizado jornadas de control en la carrera 10 con calle 10 en horas pico, donde el Instituto de Movilidad de Pereira ha estado “cazando” a conductores de carros y motos cuando cometen una infracción que, paradójicamente, es generada por ellos mismos. La pregunta es: ¿Está la entidad cumpliendo con su misión (Proporcionar una eficiente Movilidad a los actores viales del Municipio de Pereira, mediante el desarrollo de estrategias en términos de seguridad, educación y cultura vial, hacia una movilidad multimodal e integrada; sustentable, competitiva e inteligente) o está más interesada en recaudar dinero a través de multas?

 

Guardas del Instituto de Movilidad de Pereira, agrediendo a motociclista en el 
marco de un operativo para cazar infractores

La escena es la siguiente: en horas pico (al medio día o entre 5:00 y 7:00 pm), los vehículos del Instituto de Movilidad ocupan media vía con cuatro motos, una camioneta y tres grúas, en este punto que es el que alimenta la Avenida del Ferrocarril rumbo a Dosquebradas con un alto tráfico vehicular, generando una gran congestión que casi obliga a los conductores a utilizar el carril de Megabús, donde acecha el guarda para ejecutar el respectivo comparendo y la inmovilización del vehículo. El costo para el conductor: cerca de un millón de pesos por concepto de multa más transporte en grúa hacia los patios de un contratista en la salida a Armenia Barrio El Rocío, más pago de parqueadero y más el tiempo para gestionar la devolución.

 

¿No sería más productivo que el Instituto de Movilidad se enfocara en campañas preventivas para educar a los conductores sobre la seguridad vial en lugar de? La misión de la entidad es no generar ingresos a través de multas.

 

Es hora de que el Instituto de Movilidad de Pereira revise sus estrategias y se centre en su verdadera misión; promover la movilidad segura y eficiente, no en poner trampas y generar trancones para captar ingresos a través de multas y servicios de grúa y parqueadero por infracciones auto-generadas.

 

Además de la situación previamente mencionada, es crucial abordar otro aspecto que afecta directamente la movilidad en Pereira: los operativos de control para vehículos con restricción por pico y placa. Aunque esta medida se implementó con el objetivo de mejorar la fluidez del tráfico, en la práctica, a menudo se convierte en un obstáculo más que en una solución.

En teoría, el pico y placa debería reducir la cantidad de vehículos en circulación durante las horas más congestionadas. Sin embargo, cuando el Instituto de Movilidad monta operativos para detener a los infractores, la dinámica cambia. En lugar de facilitar la movilidad, estos operativos pueden generar más trancones y complicaciones en las vías.

Es habitual ver en la Avenida 30 de Agosto o en la Belalcazar, que un carril de la avenida se cierra para detener a los vehículos que circulan en días de restricción. Aunque la intención es sancionar a quienes incumplen la norma, el resultado es una mayor congestión. Los conductores se ven atrapados en un cuello de botella, y el tiempo perdido se suma al ya agobiante tráfico.

¿Cómo podemos reconciliar esta contradicción? Si bien es fundamental sancionar a los infractores, no podemos perder de vista el propósito original de la medida: mejorar la movilidad. El Instituto de Movilidad debe ser transparente en cuanto a los resultados de estos operativos. ¿Realmente están contribuyendo a la seguridad vial y a la fluidez del tráfico? Una evaluación constante permitiría ajustar las estrategias según sea necesario.

 

También, es crucial abordar otro aspecto que afecta directamente la movilidad en Pereira: la manera en que se recauda dinero tanto para el Instituto de Movilidad como para los contratistas de patios y grúas. A menudo, esta cuestión queda en segundo plano, pero merece una reflexión profunda. Ingresos por Multas: El Instituto de Movilidad obtiene una parte significativa de sus ingresos a través de las multas impuestas a los conductores. Si bien es legítimo sancionar a quienes incumplen las normas, debemos preguntarnos si este enfoque está desequilibrado. ¿Se prioriza la seguridad y la movilidad vial o el recaudo? Contratistas de Patios y Grúas: Estos actores también tienen un interés financiero en el proceso. Cada vehículo inmovilizado representa una ganancia para ellos. ¿Cómo se establecen los contratos con estas empresas? ¿Existe una supervisión adecuada para evitar abusos? Transparencia y Control: La comunidad debe estar informada sobre cómo se distribuyen los recursos recaudados. ¿Cuánto va al funcionamiento del Instituto de Movilidad y cuánto a los contratistas? La transparencia y el control ciudadano son esenciales para garantizar que los fondos se utilicen correctamente.

 

En conclusión, el Instituto de Movilidad de Pereira debe encontrar un equilibrio entre sancionar a los infractores y garantizar una movilidad más fluida. Solo así cumplirá su misión de manera efectiva y sin afectar innecesariamente a los ciudadanos.

 

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